martes, 12 de enero de 2016

LECCIÓN DE LOS CEDROS


                                              

En el patio del Col.legi Montserrat de Barcelona y en el bosque que lo rodea crecen unos magníficos cedros.Todos son fruto de unas piñas de cedro del Líbano traídas expresamente de aquel país en el año 1953 por el Dr. Isidro Gomà, capellán entonces del Colegio.
Plantadas las semillas, a excepción de unas pocas que se guardaron en una cajita, crecieron diferentes cedros que, trasplantados en distintos lugares, han crecido hasta ofrecer a la vista los hermosos árboles que hoy son.
La buena ubicación, la tierra adecuada, los cuidados iniciales, a pesar del clima diferente, han hecho de cada semilla que murió al ser plantada un cedro altísimo, que no pierde ninguna de sus ramas viejas, sino que las ensancha para dar paso a las nuevas, un cedro verde y frondoso que sigue creciendo hacia el cielo, fortaleciendo sus raíces, dando piñas y ofreciendo sombra , un cedro que, a pesar de crecer en un lugar diferente al de su origen, ha sabido adaptarse y crecer como sus antepasados.
Las semillas que no se plantaron siguen secas, inerte,en su cajita
Contemplar un cedro es una lección de vida. Plantar semillas vivas, correr el riesgo, ayudar a crecer, fidelidad a la propia identidad, memoria de lo pasado, apertura al futuro, siempre da fruto.





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