ENCUENTRO

El ser humano es relacional por esencia. Está hecho para relacionarse consigo mismo " converso con el hombre que siempre va conmigo" decía A. Machado, pensado para relacionarse con los demás, que le ayudan a encontrar su "yo",con lo otro: naturaleza, espacio, tiempo, y con el otro con mayúsculas, se le llame Dios o el  nombre que se le quiera dar.

La relacionalidad necesita espacios que faciliten el encuentro. Espacios informales, ajenos a los "oficiales" como los del trabajo: despachos, oficinas o los de propia casa, comedor, salón etc. Si las empresas han comprendido que facilitar espacios de encuentro aumenta la productividad,  ¿cómo no inventar en las escuelas espacios de encuentro que alimenten la creatividad y ayuden a la profesionalización?  Si las aulas han ensanchado sus paredes hasta llegar a pasillos, plazas y calles, también el Colegio necesita espacios de encuentro que lo faciliten. "Abrir el plano de la educación hacia esa cultura del encuentro" acaba de recomendar el Papa Francisco al Congreso de Educación Católica de Brasil. 

En pocos  lugares se trabaja tanto con personas y para personas como en una escuela y en una familia. Promover los encuentros, disponer de espacios informales que los fomenten y, sobre todo, ayudar a las personas a ser verdaderos protagonistas de encuentros que fomenten el crecimiento humano y profesional, que ayuden a hacer del cooperativo lo habitual en el quehacer cotidiano, que optimicen las relaciones, es tarea de todos , una tarea comprometida para la educación y para las familias.