lunes, 13 de abril de 2015

EFICACIA DE LA PALABRA

No es ninguna novedad afirmar el poder de la palabra y su influencia, a la hora de provocar un cambio político, de generar un estado de opinión. Es cierto que por donde pasan las ideas, años más tarde pasan los cañones. Nadie ignora el papel decisivo de las obras de Dostoyevski, Gógol, Tolstóy en la posterior revolución rusa.

La muerte de Günter Grass (13 abril 2015) premio Nobel de Literatura y premio Príncipe de Asturias de las Letras, nos vuelve a poner de manifiesto el poder de la obra literaria que, junto con ofrecer al lector el deleite de la belleza del lenguaje, lo remite a la memoria de hechos históricos, socio-políticos, recordados y juzgados a sesenta años vista y que siguen generando opinión y provocando distintas reacciones.

"Hay algo que aprender de las consecuencias después de una guerra - dice Günter Grass - por esto no soy sólo escritor de libros, también estoy comprometido"

Saber poner palabras a los hechos sucedidos o previstos y saber comprometerse es noble tarea de escritores. Tarea de la educación es colaborar a que en los alumnos de hoy se gesten los grandes escritores de mañana.









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