domingo, 26 de abril de 2015

APRENDER RESILIENCIA


Cuando se habla mucho de pan, acostumbra a ser porque escasea, por la misma razón, cuando hoy aparece en muchas páginas, diálogos, artículos y foros la palabra resiliencia  es tal vez porque no andamos muy sobrados de esta virtud. Sin embargo la resiliencia se aprende.
La capacidad de aguante, la flexibilidad para no quebrarse, saber hacer frente a los problemas, superar obstáculos - manifestaciones todas ellas de la resiliencia - son fruto de un buen entreno en el que tienen un papel muy importante padres y maestros.
Aprender resiliencia va unido a conceder autonomía y protagonismo a los alumnos que serán resilientes en la medida en que se les deje aprender de los errores, solucionar por sí mismos un problema, superar un obstáculo y siempre que se les den responsabilidades, se les valore, sin mimarlos, y se los quiera por lo que son.
Difícilmente será resiliente el adulto al que, cuando era niño, nunca le pusieron límites, nunca le dijeron "no".
Ayudar a aprender resiliencia es colaborar con la buena formación de una persona y es trabajar por una sociedad mejor.
  

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