jueves, 10 de julio de 2014

LA VICTORIA DE SAMOTRACIA

Que vuelve a lucir, esplendida y restaurada, la Victoria de Samotracia en su lugar preferente en el Museo del Louvre es una excelente noticia.
Es una obra de arte tan bien hecha, tan perfecta, que puede aguantar veintitrés siglos, sin necesitar más que una limpieza de la piedra. 
Desde su puesto de honor, como si terminara de posarse sobre la proa del barco que la sostiene, desafiando al viento y al agua los elegantes pliegues de su túnica, la Victoria alada nos dice a todos, mayores y pequeños, que la victoria tiene alas, y que, por tanto, nunca descansa en el mismo lugar, va y viene, vuela. 
Lección de sensatez que nos recuerda que si queremos conseguir victorias - grandes o pequeñas - debemos trabajar siempre, porque las victorias tienen alas y vuelan.

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