Las sencillas narraciones de las grandes obras del P. Angel, del Hno. Sergio o de la Hna. Paulina nos reconcilian con la Humanidad y son faros de esperanza.
La escucha atenta de su entrega, en lugares tan lejanos y desconocidos, la voz de los que parecen sin voz, viene a proclamarnos muy alto que quien da la vida, la gana y sólo el egoista que se la guarda, la pierde.
No necesitan discursos, sus vidas ponen en evidencia el valor de la persona humana, el título de gloria que todos compartimos: todos somos hijos de Dios.
Tengo que reconocer que siempre me costó entender el tener que ir tan lejos para hacer el bien cuando es tan necesario en nuestro mundo cercano. Al visualizar estos tres testimonios se me ocurren dos exclamaciones:
ResponderEliminar- Podesorosos de este mundo trabajad urgentemente y de manera más eficaz para remediar estos grandes desequilibrios!.
- Qué serenidad aporta el verse libre de ataduras. Magníficos testimonios de hombres libres!!
¡Cuánta razón en lo que dices, Clara!
ResponderEliminarEsta es la verdadera libertad
Me maravilla la sencillez con la que cuentan cosas que yo considero MUY GRANDES.
ResponderEliminarLas monjas en África dando clase, estos sacerdotes trabajando para conseguir vida más digna... el mundo no está perdido. No los dejemos solos.Gracias Think.1.tv por traernos estas voces.
No os perdais a la M. Bienvenida hablando de la labor en el Cameroun. Sé que hay una ONG "Bits sin fronteras" que colabora con este magnifico Proyecto Educativo. No me atrevo a ir al África, pero, he encontrado un camino. Decididamente voy a colaborar.
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