miércoles, 4 de diciembre de 2013

¡ADMIRARSE!

El deseo de saber, el gusto por la investigación, la curiosidad por el conocimiento pueden suscitarse en los alumnos de muchas maneras, pero una de las que mejor los fomentan es despertando en ellos la capacidad de admiración. De la admiración nace la pregunta - "no googeable"- que es la que mejor permite avanzar por los amplios caminos del saber.
Ya Platón y Aristóteles, en el Teeteto y en la Metafísica, decían que admirarse es propio del filósofo, y que es por la admiración, estas"sorpresa del alma", como la definen, que los hombres comenzaron a filosofar y siguen haciéndolo.
Admirar supone salir de uno mismo, prestar atención, dejarse sorprender, cuestionarse ... actitudes todas que favorecen el deseo de saber y de investigar para saber más.
Fomentarla en los alumnos desde los primeros años es abrirles muchas posibilidades y, a la vez, es vacunarlos contra el egoísmo porque "quien se admira, no se mira" y ya sabemos  lo que le pasó a Narciso a fuerza de mirarse sólo a sí mismo...


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