viernes, 2 de marzo de 2012

LAS PERSONAS NO SON ISLAS



Era el título de un libro clásico escrito por Thomas Merton. Tenía y tiene razón. Efectivamente, las personas no somos seres "a-islados" porque el máximo don que poseemos- la vida - la compartimos con los demás.
Pero, como todo lo decisivo en la vida, convivir no es innato, debemos aprenderlo.
El ser humano descubre desde el principio y por instinto egoista que no está solo, que hay personas a su alrededor (¡pobre del que, al nacer, estuviera completamente solo!, moriría desvalido); pero la convivencia es mucho más que la contingüidad, por eso debe aprenderse.
El libro escrito por Manuel Segura sj. - un máximo especialista en convivencia y habilidades sociales- es una buena guía, un excelente manual dedicado a los padres que se esfuerzan por hacer personas a sus hijos, que ofrece todo un programa a seguir por aquellos padres, abuelos, adultos decididos a "Enseñar a los hijos a convivir".

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