LA GRATITUD PROPIA DE PERSONAS GRANDES

En la base de la grandeza humana está el reconocimiento de que somos deudores de todos cuantos han influído en nuestra vida, en nuestros gustos, en nuestra formación, valores, características... Lo recordaba Newton cuando afirmaba que él había descubierto nuevos horizontes  porque siempre se había subido a hombros de los hombres más grandes.
Lo puso de manifiesto en Oviedo, Leonard Cohen, el poeta, novelista y cantante canadiense, premio Príncipe de Asturias de las Artes, quien en su discurso quiso reconocer explícitamente que lo que escribe, lo que canta, su música le viene de las personas y de la tierra que le dieron su obra y que le han permitido "poner mi firma al final de la última palabra"