lunes, 7 de julio de 2014

SALIR DE LA "ZONA DE CONFORT"

Los Medios de Comunicación nos han repetido tantas veces las ventajas del confort, la necesidad de buscar la mayor comodidad; diversos anuncios nos han querido hacer creer una y otra vez aquel curioso slogan "trabajamos por usted" - inverosímil, pero "por si cuela.." - que corremos el riesgo de que se no vaya olvidando que nada se consigue sin esfuerzo y de que es preciso salir de la zona de confort.
La vieja ley del mínimo esfuerzo no lleva a ninguna parte, a no ser que lleve a la mediocridad. El trabajo duro, el empeño, la constancia - aunque a veces tengan mala prensa - son los que hacen ir hacia delante y conseguir objetivos.
Verano o invierno, cerca del mar o en plena montaña, en el centro de la ciudad o en una casa de campo quien quiera obtener resultados ha de optar por salir de la zona de confort, que no deja de ser un estado de la mente.
Son muchas y muy variadas estas zonas, cada cual conoce las suyas. Sin olvidar que todas las posturas cómodas, a la larga resultan incómodas.
Claro que es legítima la comodidad, pero es urgente ser conscientes y educar en la alerta a no permanecer en la zona de confort, porque ralentiza, amodorra y paraliza. Es una zona peligrosa de la que hay que salir,  y hay que ofrecer estrategias a los alumnos para que sepan salir de ella.
También en vacaciones.

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