Me ha llenado de alegría leer en el numero 58 de la Revista de Escuelas Católicas que en todo el mundo hay Escuelas que coinciden en su decisión de apostar por la innovación y el cambio.
Desde diferentes lugares del Planeta, con horarios bien dispares, una jornada escolar comienza un día antes en Sidney, en el Centro para la Innovación y el Aprendizaje de manera parecida a como el día siguiente en el Instituto High Tech High de San Diego, California, llegan los alumnos de secundaria, para terminar los cálculos sobre el diseño de un puente, mientras pocas horas después en la Quest to Learn de Nueva York algunos alumnos se enfrascan en acercarse a la Antigua Grecia para completar su proyecto y más tarde en Sao Paolo, Brasil, los alumnos más pequeños de las Escolas Lumiar comienzan sus actividades interactivas, acompañados de su tutor. A la misma hora en el Leaderlab del Col.legi Montserrat de Barcelona un grupo de alumnos presenta sus recientes Proyectos al iniciar la jornada de la tarde. Ya es de noche en Ahmedabad, en la India, y los profesores, terminada la jornada, siguen trabajando en el Design for Change.
Una nueva manera de educar, un proyecto Educativo diferente que entusiasma e ilusiona no es sólo un deseo, una posibilidad, ya es una realidad en el mundo.
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