martes, 16 de agosto de 2011

LA ÉTICA, UNA "INTELIGENCIA EMOCIONAL"

Por muy extraña que les suene a muchos hoy la palabra ética, su importancia sigue siendo decisiva para la persona humana. Cuando algunos la contraponen a emoción expresan un desconocimiento total de una y otra porque precisamente el cometido de la ética es gobernar las emociones.
Pensar bien, decidir y actuar, en el ser humano siempre van de la mano de las emociones.  


El libro "El gobierno de las emociones", publicado en abril de 2011 por la doctora Victoria Camps, catedrática de ética de la UAB, ofrece un interesante recorrido por las emociones y la manera de manejarlas adecuadamene desde la ética.Es que las emociones, como leemos en el prólogo,  no razonan y es la razón la que ayuda a reconocerlas, modificarlas y reconducirlas.
Para ello se requiere una capacidad de discernimiento que la persona sólo adquiere mediante la educación y es fruto de un largo aprendizaje.

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