domingo, 15 de diciembre de 2013

UN PACTO ES COSA DE DOS


De la misma manera que para pelearse son necesarias por lo menos dos personas, para pactar, para un apretón de manos, para abrazarse, se requieren también por lo menos dos. Junto a Nelson Mandela, creo que hay que rendir homenaje al presidente de Sudafrica, durante el apartheid, Fredrik De Klerk, el hombre que confió, que supo mirar hacia adelante, que no dudó en liberar de la prisión a Mandela y quiso sentarse a dialogar para pactar con él, a pesar de las muchas reticencias tanto de blancos como de negros. Supo conseguir un gobierno de transición y la celebración de elecciones generales al cabo de un año en un país donde la mayoría aseguraba que esto era imposible.
Saber aprovechar la coyuntura política, reconocer la necesidad del cambio, ofrecer diálogo y confiar en el interlocutor son cualidades que hay que saber desarrollar para encontrar caminos hacia la paz. Actitudes que siempre son eco de la consigna evangélica: "Amad a los enemigos, haced bien a los que os persiguen" (Mt.5,47)
La buena Inteligencia Interpersonal de Mandela y de De Klerk consiguieron el pacto que parecía imposible.Ayudar a que esta Inteligencia se desarrolle y fortalezca en todos los alumnos es también ayudarles a que sean capaces de conseguir un mundo mejor. 

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