Bastan este sustantivo y este adjetivo en la portada de un libro para que se despierten ganas de leerlo. Si además aparecen los nombres de Lourdes Bazarra y Olga Casanova, suficientemente conocidas en el mundo de la educación y el nombre de Montserrat Del Pozo firmando el prólogo, ya es irresistible el impulso de hacerse con el libro.
Afortunadamente el deseo de una escuela inteligente, dirigida por líderes inteligentes está hoy muy extendido en nuestra sociedad. Señal de que ya se camina hacia ello.
El buen contenido expresado en un lenguaje ameno, las sugerencias prácticas comunicadas en una tipografía clara, ágil y agradable, son un buen guiño de esperanza a la educación, como se nos dice en el prólogo.
Buena lectura.
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