Recordar estas palabras de Nelson Mandela, el primer presidente negro de Sudáfrica, el hombre clave para acabar con el apartheid, el hombre que supo salir de la cárcel mejor de como había entrado 27 años antes, es un ejemplo y una invitación a reflexionar y tomar decisiones.
La cortesía, la amabilidad, la magnanimidad, el respeto por todos, junto a unas ideas muy claras, le posibilitaron conseguir un gran cambio para su país.
Creyó más y lo demostró, en la fuerza de la educación, en la fuerza de la palabra, de la conversación, de la buena estrategia, que en la fuerza de las armas.
Deja un legado para la humanidad y, para todos los que nos dedicamos a la educación, la invitación a un compromiso.
Descansa en paz, "Invictus".
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