Cuando todavía están recientes las pruebas de selectividad que, algunas veces - ¿demasiadas?- tienen excesivamente preocupados a profesores y a estudiantes, es importante recordar que el Bachillerato es mucho más que la mera preparación para estas pruebas.
El Bachillerato, antesala de la Universidad, debe preparar jóvenes competentes, estudiantes autónomos, protagonistas de su aprendizaje, interesados en optimizar tanto el proceso como el resultado de su estudio, constructores de conocimiento, expertos en trabajo cooperativo, capaces de estudiar y de desenvolverse en cualquier país del mundo.
La mirada de profesores y alumnos de bachillerato debe estar orientada al saber y al mundo entero.
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