Así definía Aristóteles la metáfora a la que consideraba un buen recurso para la educación por su capacidad de estimular el pensamiento.
A muchos siglos de distancia hay que seguir dándole la razón. Introducir a los alumnos en el conocimiento y uso de la metáfora es una manera de favorecer su comprensión y de facilitarles la creatividad.
La metáfora es valiosa precisamente porque no representa al objeto de forma lineal, no es fotográfica, se aleja del objeto con diferentes apreciaciones para poderse acercar más a lo que es su esencia, su núcleo.
No es patrimonio sólo de los poetas, también los alumnos de los primeros cursos pueden utilizar metáforas; sorprende tanto su capacidad de conocer lo esencial como su posibilidad de utilizar la imaginación. Introducirles en el fascinante mundo de la metáfora es abrirles muchas puertas.
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