A un rincón hermoso de un pueblecito del corazón de África llegó un antropólogo, que, al ver un grupo de niños que se divertían corriendo, se acercó y les propuso una mini-carrera cuya recompensa para el ganador sería una gran cesta llena de apetitosos mangos que sacó del interior de su coche.
Su asombro fue ver llegar a la meta a todos los niños a la vez que se sentaron y comenzaron a comer la fruta entre todos.
La respuesta a su pregunta:"¿por qué asi?" vale por un curso sobre la dimensión social de la persona humana: "¿Es que podría ser feliz solamente uno?". Y el que parecía más mayor del grupo añadió, sonriendo "UBUTU", que significa, yo soy en la medida en que somos nosotros.
Hermosa lección que hay que aprender desde la infancia. Un buen medio:el aprendizaje cooperativo.
Gracias por esta historia. Resulta un oasis.
ResponderEliminarLástima que tengamos que luchar contra tantas inseguridades nuestras y de los demás.Pienso que éstas son una de las causas principales por las que ese comportamiento que hoy se nos muestra, se da con menos frecuencia de lo que todos deseariamos.
Estoy de acuerdo contigo, esta historia resulta un oasis. Cuando las personas tienen inseguridades es porque de alguna manera tienen miedo a fallar, a hacer las cosas mal, el comportamiento de hoy está totalmente relacionado con las inseguridades, todos debemos tener seguridad en nosotros mismos para hacer las cosas bien.
ResponderEliminarGuille C
2eso a
En este blog, me he leído varias noticias y ésta es la que más me ha llamado la atención. Esta noticia, tendría que salir en los diarios importantes (New York Times, La Vanguardia, La gazzetta...). Me parece que esta situación es un ejemplo a seguir, parece mentira que nosotros no seamos capaces de compartir nuestras cosas, y ellos no tienen casi nada, lo que llegan a tener lo comparten entre todos.
ResponderEliminarPepe Sánchez-Runde
2n Eso