domingo, 11 de marzo de 2012

¿POR QUÉ LOS INTERROGANTES TIENEN FORMA DE ANZUELO?

Cuentan que, cada tarde, cuando Isaac Isidor Rabí, Premio Nóbel de Física en 1944, llegaba  de la escuela, su madre le preguntaba invariablemente "¿Cuál ha sido su mejor pregunta hoy?"

Buen acierto el de esta madre.
 En la base de la sabiduría está la pregunta. La admiración y la pregunta fueron constantes en la Grecia clásica.
El deseo, la inquietud de saber, la formulación de preguntas son los que pueden llevarnos más allá de lo conocido y nos ofrecen la posibilidad de "pescar" respuestas.
No olvidemos que preguntar es instintivo en los niños que, sin cumplir  cuatro años,  ya no se cansan de preguntar una y otra vez "¿Por qué?... ¿Por qué?...."
Maestros, padres, profesores, todos en general  debemos tener muy presente que la pregunta es fundamental en todas las edades, pero más, si cabe, en la época escolar. Fomentar las preguntas, facilitarlas, reconducirlas si están mal formuladas o parecen inadecuadas,  responderlas siempre - aunque sea con un "ahora no lo sé, te lo respondo más tarde"(sin olvidarse) - son buenas ayudas para el aprendizaje y despiertan la capacidad investigadora e innovadora.
Quien nunca pregunta posiblemente no sea porque ya lo sabe todo...

1 comentario:

  1. Bien interesante
    Enseñar a preguntar, una buena tarea

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