Con este sugestivo lema comenzaban ayer el curso 2015/16 los claustros de los Colegios Nazaret.
Empezar es una palabra que acostumbra a llevar consigo una buena carga emocional. Es un verbo que remite a la novedad, a posibilidades, a retos, a apertura. El mes de septiembre recién estrenado, para alumnos, profesores y familias es un mes distinto, es un mes que habla de inicio, de estreno. No parte de cero porque, siempre que los seres vivos empiezan, acostumbran a llevar consigo poco o mucho un bagaje a partir del cual se continua, se mejora y se crece, ya que tratándose de personas, éstas no se repiten, avanzan o retroceden, pero no se detienen.
Empieza un curso escolar en el que se pretende que todos sean, se sientan innovación, que cada uno se rete a sí mismo para dar lo mejor de sus posibilidades, para que. con una mirada nueva, desde un cambio de paradigma educativo, se consiga la calidad educativa a la que tienen derecho todos los alumnos.
Porque la educación es pieza clave para la persona, para la sociedad y el mundo, que comience un nuevo curso escolar con estos augurios es una excelente noticia para todos.
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