Es uno de los ejercicios que más gusta a todo el mundo: poder elegir. Desde tener la posibilidad de elección de un helado entre muchos sabores, modelo de zapatos, camisetas, bolígrafos,... hasta las grandes elecciones que configuran la vida de la persona: su vocación, su pareja, poder elegir es fruto de la libertad inherente al ser humano y satisface uno de sus mayores deseos.
Curiosamente, un ejercicio que hace crecer, en educación no siempre se ha tenido en cuenta, no se ha dejado elegir a los alumnos, que en definitiva son los protagonistas de su aprendizaje. Por esto alegra e ilusiona encontrar Colegios como el Colegio Montserrat - y afortunadamente cada día hay más que también lo han iniciado - en los que un alumno puede elegir su itinerario, el idioma a seguir aprendiendo, las actividades para llevar a cabo un Proyecto, su Plan Personal de Aprendizaje, el espacio donde llevar a cabo una tarea...
Muchas elecciones que, además de propiciar la responsabilidad de asumir las consecuencias, permiten al alumno aprender a manejar adecuadamente su libertad de la que tendrá que hacer uso durante toda su vida.
Y como se aprende siempre desde la vida y para la vida, es bueno que padres, tutores, orienten y favorezcan siempre las elecciones de sus hijos, alumnos, también en vacaciones.
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