Es bien verdad que la capacidad de admiración y de formularse preguntas que despertó el logos griego y que es característica del espíritu científico, también es propia de los niños.
Si se les ofrece la ocasión, los niños se admiran fácilmente y no se dan por satisfechos hasta haber formulado muchas preguntas..¿Quien no recuerda una larga lista de Por qué... sobre cualquier hecho sorprendente? Alumnos de cinco años son capaces de elegir un tema que les llame la atención, formularse preguntas, recabar información y llegar a sus conclusiones, después de haber aventurado hipótesis y de haberlas comprobado.
No es teoría. He tenido la suerte de poderlo presenciar con dos grupos de alumnos de cinco años del Colegio Montserrat. Les sorprendió descubrir entre las dependencias del Colegio un espacio distinto que se llamaba Laboratorio. Decidieron investigar qué era, para qué se usaba, por qué era diferente... Después de cuatro días de investigación, de recabar datos, de discutirlo con los compañeros, de buscar en sus Ipads, de pedir aclaraciones a un experto estudiante de química, quisieron "probarlo". Llevaron a cabo un curioso experimento sobre la col lombarda que les agudizó todavía más el deseo de experimentar porque "salen cosas nuevas"
La decisión final fue unánime: Queremos un Laboratorio para nosotros, para toda la Infantil. Y se pusieron a diseñarlo - mesas y taburetes bajitos, espacio para colocar Bits - y como vieron que había normas para el Laboratorio, también escribieron sus normas.
Muy decididos expusieron a Dirección su ruego: Queremos hacer experimentos, por favor hágannos un laboratorio para toda la educación Infantil.
¿Son o no son científicos?
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