El grito provocado por la sorpresa de encontrarse frente al mar por primera vez , como narra Eduardo Galeano en una de sus obras, es el que cada día podemos escuchar - verbalizado o no - de cada uno de los alumnos que llenan las aulas.
Es tan dilatado el espacio que se abre ante el que se asoma al mundo del conocimiento, son tantas las informaciones de las que puede disponer, que, ante el desconcierto, el ruego surge espontáneo: "Ayúdame a mirar". A este ruego ha de dar respuesta la Escuela hoy.
"Ayúdame", es decir, no me lo des hecho, no mires por mí, no me digas qué he de mirar, ven a mi lado, camina conmigo, oriéntame cuando me pierda, pero deja que yo sea el protagonista de mi aprendizaje.
"A mirar", porque veo muchas cosas, pero no sé mirar todavía.
Fascinante papel del maestro. Acompañar para ayudar al desarrollo de la capacidad de mirar. Mirar para poder ser creativo, para reconocer, para descubrir, para relacionar, mirar para descubrir, para generar proyectos, para resolver situaciones, para aprender.
Ayudar a mirar, el insustituible rol del maestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario