LA MÚSICA, ESTE LENGUAJE UNIVERSAL

Más allá del espacio y del tiempo, las personas siempre han buscado comunicarse utilizando una gran variedad de lenguajes. De los cien lenguajes del niño hablaba L. Malaguzzi, pidiendo que no se les negara ninguno.  De entre los lenguajes más utilizados, ocupa un lugar privilegiado la música, este lenguaje universal que no sabe de fronteras ni de épocas. Por la riqueza expresiva que entraña, por los valores que transmite, por las posibilidades que ofrece, la música siempre ha estado más o menos presente en la educación, y llena de gozo comprobar que  hoy ocupa un lugar privilegiado en los Colegios que han optado por la innovación y el cambio. 

La música perdura en el tiempo y es capaz de convivir con expresiones bien diferentes, como acaba de recordar en un artículo muy interesante Vargas Llosa, al evocar las comunidades de Chiquitos, esta Comarca de Bolivia donde conviven hace siglos el latín, Beethoven, Vivaldi con la música propia. Las obras de los clásicos perduran porque pertenecen a todos los que las aman, las conservan y las utilizan, sintiéndolas propias.

Incluir la música en educación, ofrecer la posibilidad de tocar un instrumento desde muy pequeños - el método Suzuki lo facilita - despertar el gusto por la música es ofrecer a los alumnos la posibilidad de relacionarse a través del tiempo y el espacio, de expresar los sentimientos más hondos, pensamientos y emociones en un lenguaje expresivo universal y eterno.