Una de las grandes transformaciones que el cambio de paradigma nos pide a los Colegios es el de la evaluación. Si cambia el curriculum, si se adoptan nuevas metodologías, si el rol del profesor y del alumno se transforman, la exigencia de cambiar la educación viene por sí sola.
Y, por la riqueza que supone entender la evaluación como un buen instrumento de mejora, con esta transformación debería llegar también la posibilidad de que los profesores - evaluadores habituales - fueran evaluados. Debería ser normal que un compañero presenciara el desarrollo de una clase de un profesor para compartir con él su opinión acerca de lo observado: contenido, metodología, ritmo de trabajo ...
No sólo esta evaluación "inter pares", también los alumnos, receptores directos de la educación, pueden ofrecer un buen feedback a su profesor. La opinión de los otros siempre favorece la optimización del ejercicio docente.
Todos aprendemos de todos y con todos.
¡Qué buena idea! Soy profesora hace años y nunca se me había ocurrido invitar a un compañero a que entrara en mi aula y me hiciera una buena crítica. Me encanta la idea. Mañana lo propongo. Gracias
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